Los planes van y vienen, se cambian, se cancelan, se atrasan, se, bueno todo puede dar tantas vueltas que al final no sabes por dónde habíamos empezado ni cómo llegamos hasta aquí. Pero el invierno es así y tenemos que bailar al son que nos toca, las condiciones meteorológicas nunca van en la misma dirección que tu quieres y al final se sale con la suya, así que hay que adaptarse a las condiciones que impone.
Esto es un quebradero de cabeza porque no se parece en nada a la actividad que habíamos previsto para el fin de semana, queríamos despedir el año haciendo un par de escalas en la zona del Urriellu pero cambiamos de planes al no tener el refugio abierto, al fin y al cabo todo son escaladas y da igual la montaña, nos aclimatamos a lo que salga.
Con lo que no contamos era con la climatología tan adversa, que nos limito mucho y hubo que abandonar a causa del marrón que estaba cayendo y lo que estaba por caer por la noche y al día siguiente, esta fue una de las escusas para descender, la otra fue un pequeño accidente antes de iniciar la escalada cuando Jesús Pita se corta el dedo con una navaja, fue un buen tajo que le limito mucho, sufrió en silencio durante la escalada pero consigue hacerla con solvencia.
Pero al finalizar la actividad de Peña Olvidada, nos damos cuenta que hay que solucionar la herida de Pita y nos dirigimos a la estación del teleférico para hacerle la cura, en ese momento la visibilidad ya impide ver los picos, así que la torre San Carlos que era la segunda actividad que habíamos previsto para el domingo, se queda sin hacer ya volveremos en otro momento.
Pero lo que interesa, además de la herida de Pita, es que pudimos con el corredor de la Torre Cuarte, en la base de Peña Olvidada, esta ruta fue abierta el 22 hace 5 días, por compañeros del GREIM de Cangas de Onís, posiblemente no tenga repetición aunque ese detalle no importaba mucho,
Muy escaso de hielo y el poco que había era para no tocarlo, rompía todo y los compañeros de abajo se lo comían casi sin poder evitarlo, costo más de lo deseado, encontrando más dificultades de lo que estaba reseñado, pero era de esperar, el hielo en Picos dura poco y no siempre está en buenas condiciones. De todas formas, además de sufrirlo también lo disfrutamos, la pena fue no poder continuar al día siguiente. Pero ya en casa y viendo la nieve que cayó en Picos, creo que hicimos bien en regresar a casa con el medio botín conseguido.
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