Desde que mi buen amigo, Iñaki me dice un ya lejano día, que la montaña llegaría a ser como una guía telefónica, se refería a que había la costumbre de poner el nombre propio a las vías, me queda grabado y siempre dije desde ese momento que nunca lo haría, pero no pasa demasiado tiempo desde esta conversación hasta que por desgracia lo hice por vez primera, no cumplí, y justo la primera vía que abrí, precisamente con Iñaki, le ponemos el nombre de un compañero muerto durante un rescate en accidente de helicóptero, donde murieron todos sus ocupantes. La llamamos, vía “Garrido Zapata”, pero haríamos un gran feo a mis otros compañeros si no le dedicamos otra a los pilotos, “Pérez Navas-Hidalgo” la vía de los Capitanes, ambas en Fresnidiellu, Picos de Europa.
Creí que serian las ultimas vías que abría con nombre y apellido, pero mis compañeros de escaladas también tienen su parte en el botín, así con Pedro Antonio, “el Ardilla”, que forme parte de la cordada, cuando abrimos la vía “Luisa” dedicada a su hija, con mi amigo Roberto de la Vega, cuando le dedicamos la , vía ”Carolina”, a su novia, hoy su mujer, espero al menos haber colaborado en su conquista, pero solo escalando montañas, fue también en Fresnidiellu.
La más angustiosa y dolorosa para mi, fue dedicársela, precisamente a mi amigo Iñaki Arregui, aunque estoy seguro que lo reprobaría, no le hice caso, una ruta en su montaña favorita, La Peña Santa de Castilla, el trabajaba de guarda en el Parque Nacional de Covadonga y allí se mató, trabajando en lo que más le gustaba y donde más le gustaba, la ruta fue abierta con Salvi y Paco.
La única que lleva mi apellido, está en O Pindo, en el monte O Barquiño, debe ser porque la tierriña atrae, en estos momentos que estoy escribiendo, no recuerdo más rutas con nombres propios y espero no tener que volver hacerlo, ¿pero me pregunto? si un apodo puede considerarse de igual manera a un nombre propio, lo comento porque con el nombre de, “el Villareto”, que es una prolongación de mi segundo apellido y por el que muchos me conocen, si que abrí alguna mas.
El “Barbas y el Villareto”, en los volados del Mallo Pisón y en la Aguja Roja, en los Mallos de Riglos, (Huesca), el barbas y el Villareto, en el castillo de Canfran en Pirineos, también en (Huesca), “Argentino y el Villareto”, en la Torre del Oso, Picos de Europa, “Argentino y el Villareto “en el pico de O Barquiño, O Pindo.
En ocasiones la mente queda en blanco y te quedas sin saber que nombre poner, sin ideas para un nombre bonito, lo más socorrido es echar mano al apodo y quedas bien tú y tu colega, no se trata de compararse con los grandes clásicos: Pedro Udaondo, Rabada-Navarro, Anglada, etc.ctc.etc.